Los relatos selváticos LGBT de Manuel Nieves

Diego Olivas Arana
3 min readNov 27, 2023
Mi ejemplar de EL ÚLTIMO COLOR en Varsovia (Créditos: Diego Olivas Arana).

Una reseña de El último color de Manuel Nieves (Gambirazio Ediciones).

Tenía pendiente escribir unas palabras sobre este cuentario. Se trata de ocho historias que giran en torno a una paleta temática bastante aterrizada y de la que diría que no existen muchos exponentes en la literatura peruana (al menos no como temas centrales de una historia): los avatares de la comunidad LGBTI en la selva — en la ciudad de Tarapoto — en el contexto de nuestros veinte años de guerra interna en las décadas del ochenta y noventa. Terrorismo, injusticias del gobierno, un insondable machismo y violencia de género son las tesituras corrientes bajo las que se mueven los personajes de este libro. Recuerdo mientras escribo unas líneas potentes de uno de los cuentos, que retratan mucho de nuestra realidad: un hospital público se niega a seguir dándole retrovirales al protagonista de la narración, víctima de sida, y cuando el amigo les increpa, queda estupefacto al obtener como respuesta un «ya no hay mucho qué hacer». Hay mucho dolor pero también una necesidad de recuperar esas voces y de cuestionar muchos tabúes y dentro de todo, si se mira bien, hay cierto hálito de esperanza.

«Les voy diciendo que a las mujeres que no hemos nacido con la rajita, vaya lo que nos ha tocado vivir. Hace poco nomás, he venido huyendo de una matanza horrible, donde han dinamitado a la Roberta, solo por el hecho de ser maricona. Ay, la pobre había vendido dos hectáreas de su terreno por Atumpampa para ponerse las tetas y le vienen con esto. Primero los cupos, Roberta, paga a los terrucos, Roberta, pero que no te agarren de cojuda, maricona, vieja, huye lo más rápido que puedas, vete a la costa, a Chiclayo o Lima, y luego te operas y consigues otro marido. No hiciste caso, amiga, estoy que lloro y lloro porque veo tu cuerpo desperdigado por todas partes, ¿tanto odio, amiga, para matarnos como perras?, porque las mariconas, las que nos sentimos mujeres, no tenemos vida en este mundo ni en el otro». El inicio de uno de los relatos más notables del libro, «Muerto por maricón». La oralidad de estos cuentos es sin duda tan fuerte como triste y acaso incomode a algunxs, pero esa es la intención del autor y en ese sentido, funciona.

Como en todo cuentario, unos están más logrados que otros, pero en suma diría que esta es una colección de relatos importante y que debe leerse. Además de ser cuentos rápidos y entretenidos (ojo: este libro será una cachetada en la cara para lectores muy conservadorxs o mojigatxs, están advertidxs), describen problemas y luchas que acontecían en esos tiempos y que todavía cargamos como sociedad, en especial en un Perú en gran medida homofóbico y que no reconoce la libertad ni los derechos de las personas transgénero. Una primera obra que no debemos perder de vista.

--

--

Diego Olivas Arana

Periodista de Perú. Inmigrante en Varsovia. Leo. Escribo. Edito. Juego. Cinéfilo. Geek. Amo los perros.