Pensamientos tardíos en torno a LOTR: THE RINGS OF POWER

Diego Olivas Arana
4 min readApr 6, 2023
Posters de la serie, disponible en Amazon Prime Video.

The Rings of Power (Los Anillos de Poder), la esperada serie precuela de la saga de El Señor de los Anillos, tuvo su primera temporada a fines del año pasado, tras una serie de polémicas decisiones creativas y críticas bastante polarizadas. Meses después, y calmadas las aguas que separan Valinor de la Tierra Media, siento que puedo hablar de esta serie con más confianza.

En general fue una primera temporada sólida, pero necesita mucho trabajo. Si bien he leído todos los libros, o al menos todos los principales, y les guardo un indecible cariño, no me considero un fan acérrimo de Tolkien, así que no me uniré a la reacción en contra (esto ocurre más conmigo y Star Wars). De hecho, amo el universo de Tolkien, y prefiero que sigan el lore en lugar de inventarse cosas o personajes extra, pero hay que admitir que algunas cosas estaban bien hechas. En cuanto a la actuación y la fotografía, no puedo quejarme. Arondir (Ismael Cruz Córdova) es una adición divertida, diferente, y acorde a nuestros tiempos. Explicarme sobre su apariencia deviene acaso en una obviedad pero hay que decirlo: en la enorme obra de Tolkien no existe ninguna confirmación que excluya explícitamente la existencia de elfos de tez oscura o negra. Que los elfos hayan sido retratados generalmente con piel blanca, nívea, pálida y en ocasiones transparente, no deviene en una ley. Celebro la creación de Arondir, pero lamento su performance, pues, aunque fuese una buena idea, el elfo latino de los bosques no hizo nada relevante en esta temporada.

La historia del origen de Gandalf (Daniel Weyman) es, al menos, agradable. Amamos a los Istari (que es como se conoce a los magos viejos eternos de barba rala en el universo tolkeniano), y todo se siente bien en cuanto a la historia, pero no en cuanto al tiempo. Es decir, algunos de los eventos han estado sucediendo por más de 1000 años, y en esta serie están sucediendo simultáneamente. Esto sí me genera ruido. Es un fastidio, sí, pero puedo vivir con eso. Creo que debemos ser concientes también de los muchos cambios que atraviesan las historias al adaptarse al cine o la televisión, y asimismo, de la particular situación de Amazon al conseguir los derechos televisivos para la serie: solo obtuvieron aquellos concernientes a El Señor de los Anillos y El Hobbit (y no los de la monumental El Silmarillion, que contiene muchísimo material de este momento en la cronología de la saga). Esto obligó a los guionistas a emprender una minuciosa inspección a través de estos títulos, buscando referencias a la Segundad Edad en esos libros (halladas principalmente en El Señor de los Anillos, en ciertos capítulos y canciones o poemas de los personajes).

El Anillo Único (The One Ring).
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atrerlos a todos y atarlos a las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.

El giro argumental de Halbrand (Charlie Vickers) revelándose como Sauron ya era demasiado obvio a mitad de camino, y aunque todavía no acabo de digerirlo, creo que a la larga no me importa demasiado. Ciertamente, es también un poco raro: la Segunda Edad vio el ascenso de Sauron tras la derrota del monstruoso Morgoth (el villano de villanos, lo más parecido a Satanás que veremos en Tolkien), en ese momento Sauron era uno de sus más relevantes y poderosos siervos y participó en algunas de las historias de El Silmarillion, por ejemplo, pero nunca bajo un relato como el narrado en la serie, junto a Galadriel. En fin, habrá que ver cómo se desarrolla este arco en tanto avance la historia.

Sobre el ritmo, no le veo sentido a quejarse por ello ya que esto es Tolkien: Los libros son lentos, las películas son lentas. Es así. Dicho esto, parece que esta serie ha intentado seguir o imitar algunas decisiones estilísticas de Peter Jackson en cuanto al ritmo, y a pesar de sostener que Tolkien es generalmente lento, hay que reconocer que es una decisión suya para amplificar la sensación de inmersión en ese legendarium sin precedentes en la ficción, en esa mitología suya. Las largas descripciones de lugares y geografía, o las constantes referencias a hechos anteriores y antiguos a través de las historias que cuenta un personaje, o incluso las canciones o poemas. Todo forma parte de esto. Y funciona en los libros. Ahora bien, creo que el cine y la televisión son formatos diferentes para adaptar una historia, y no estoy seguro de que esto se sintiera 100% bien en The Rings of Power. Por ejemplo, me pareció que pasa muy poco en la primera mitad de la serie. No tengo esta sensación en las películas. ¿Sabén a qué me refiero? Y los malditos anillos tardaron demasiado en aparecer, ¿no es ese el nombre de la serie?

Este comentario puede parecer innecesario ahora, pues ya se ha mencionado hasta el hartazgo, pero me gustaría añadir que se perdieron mucho al no tener los derechos de El Silmarillion. Este fantástico libro, uno de los más bellos que he leído, sería de lejos un mejor objetivo para la adaptación televisiva que solo la historia de lo que ocurrió durante la Segunda Edad. Algún día veremos otra producción multimillonaria: una serie antológica basada en este libro, y probablemente será el mejor programa de televisión de la historia. Uno puede soñar.

En cualquier caso, la serie está prevista para cinco temporadas, y tiene un potencial increíble para mejorar. Espero, vamos, estoy seguro de que tomarán todos los comentarios y críticas en cuenta y harán que las siguientes temporadas (2 a 5) sean televisión de increíble calidad. Nos vemos en la Tierra Media.

--

--

Diego Olivas Arana

Periodista de Perú. Inmigrante en Varsovia. Leo. Escribo. Edito. Juego. Cinéfilo. Geek. Amo los perros.